lunes, 28 de mayo de 2007

Marcando

Ir a comprar un chicle de menta suena como una tarea fácil hasta que al acercarnos al maxi kiosco vemos que millares de nombres, sabores y aditivos a uno lo hacen sentir al borde de un colapso nervioso, compramos el primero que vemos, al no soportar la presión ejercida por la fila de clientes, terminamos yendo con chicles de mentol, que no son lo mismo.

La plaga del mundo “moderno” no son langostas, son marcas, y el estudio Smack, una sociedad de jóvenes artistas ex estudiantes de AKV/St., analizaron en el video
Kapitaal la cantidad de estímulos visuales que debemos decodificar en una ciudad cosmopolita promedio, poniendo en duda la efectividad de este tipo de presencias de marcas.



 
Oniria